Bueno, han pasado unas cuantas cosas en mi vida en estos días. Por un lado se me rompió el hermoso celular nuevo que me compré en Colón; una cosa increíble, estaba escuchando música por el altavoz y de repente cuando voy a apagar la pantalla se volvió loca, yo pensé "bueno, se tildó ahora se arregla", pero no, lo apagué, lo prendí, lo cargué apagado, le quité la batería y nada la pantalla no funcaba ni para atrás ni para adelante, asique el viernes lo llevé a reparación, todo genial, lo tomaron, me dieron un Motorola C115 mientras me reparaban mi pobre fonito y me atendieron genial ( algo que me sorprendió porque la atención al cliente de CTI era horrible, pero parece ser que desde que Claro lo compró modificó todo para bien). El lunes a la mañana fui con mi borrego a retirar mi hermoso celular y me dijeron, no sólo que lo que tenía era irreparable, sino que además me lo iban a cambiar, ??? si que reemplazarían el aparato por otro igual o similar, que pasara a la tarde que me lo entregaban. Yo me quedé atónita, no lo podía creer, cuando se lo conté a Faby me dijo que si no era el mismo tendría que ser superior, asique cuando fui a la tarde me ofrecieron 2, uno medio básico (Motorola WX306 Bunting) y un Sonny Ericsson Yizo W150, que es el que elegí. Y la verdad estoy super contenta, es full touch (cosa a la que todavía me cuesta adaptarme, pero), tiene navegador HTLM, Walkman (que no puedo manejar por ningún motivo), y sobre todo y fundamentalmente viene con las aplicaciones de Facebook y Twitter incorporadas, y como no podía ser de otra manera me bajé la de G+ y el buscador de Google como principal, asique en ésta semana me la pasé jugando con mi fonito nuevo publicando en Facebook y Twitter (aunque Twitter me cuesta más que enganche) y descubrí algo muy curioso; cuando dicen que se puede estar conectado todo el tiempo es cierto. Mi celular (por más lindo que a mi me parezca) no es de los denominados de alta gama, el precio lo delata, pero aún así me permite tener todas mis cosas en linea, o gran parte de ellas, conectadas en todo momento, San Google no sólo está en mi casa, ahora lo puedo llevar conmigo a donde vaya por sólo 300 mangos, y seamos sinceros, a nosotros nos cuesta horrores conseguir cosas que los pobres consiguen (ilegalmente obvio) por una fracción del precio.
Como todos saben estoy haciendo un curso de TICs y educación y realmente creía que el acceso generalizado a las TICs no era, en estos tiempos, algo real y factible, pero ahora el mundo me cacheteó y me doy cuenta que si en una republiqueta bananera como argentina cualquier hijo de vecino puede tener y manejar un BlackBerry la que estaba equivocada era yo y realmente es indispensable aprovechar esta oportunidad única en que las brechas sociales que impedían la igualdad de acceso y oportunidades hoy están virtualmente desapareciendo.