Estaba recién leyendo y escuchando a un chabón muy piola al que sigo en Facebook y YouTube; que hablaba de la productividad y de lograr tus ...

Confesiones de verano

By | 22:00

Estaba recién leyendo y escuchando a un chabón muy piola al que sigo en Facebook y YouTube; que hablaba de la productividad y de lograr tus metas y ese tipo de cosas. Sinceramente en algún punto las barreras que todos tenemos ante los mensajes de la masa no son lo suficientemente altas y/o fuertes y tales mensajes terminan por entrar, la cosa es, qué hace uno con esos mensajes una vez que entraron.
Yo por mi parte me replanteo no sólo la implicancia del significado del mensaje sino también del origen, ahora bien, yo soy una loca trastornada que vive en su propio planeta atrincherada en su única forma de ver el mundo completamente convencida de que todos están locos menos yo, pero eso no significa que no haya ocasiones en que dude. 
No obviamente de mis creencias, sino de su origen y fundamentalmente del origen del rechazo a otras posibilidades. Y fue así como llegué a darme cuenta que no existe manera alguna de que cambie en lo más mínimo ninguna de mis concepciones, ya que aún cuando pudiera entender (cosa que no hago) que alguna tal vez y sólo tal vez no sea del todo correcta, me permitieron conseguir hasta el más loco e imposible de mis sueños (excepto, claro está el ser astronauta, lo que no implica que en algún momento de mi vida no llegue a ir a la luna). 
Pero hablando en serio, desde mi más remoto recuerdo siempre tuve una cantidad X de objetivos de mínima y máxima para mi vida con los que sentía que mi vida tendría razón de ser; desde las más básicas compensaciones freudianas hasta las más excéntricas ideas cínico-platónicas; pasando obviamente por todo el amplio abanico de la influencia socio-mediático-cultural de la era en que crecí, pero que por acción u omisión duraron un pedo en una canasta.
La cuestión es que aún cuando todas las decisiones de mi vida me llevaron a este punto y cualquiera podría pensar que es una secuencia lógica de acontecimientos lineales, mi vida poco tuvo de lógica  y lineal. En realidad es una suma de eventos y encrucijadas al mejor estilo "elige tu propia aventura" pero que aún así me llevaron a conseguir todo y más de lo que alguna vez pude llegar a imaginar para mi misma; y ahí  está la cosa, el mundo me ve en un letargo inexplicable, en el desperdicio de unas capacidades que ven en mi, con las que se proyectan a si mismos como poca cosa menos que dioses, sin entender que yo ya superé mi techo hace rato y que por tanto, si bien no llegué a la entelequia de mi esencia, si de mi idea, ya sobrepasé todos los límites de mi imaginación, y no me queda nada.
Podría, y a veces me nace el efímero deseo de hacer algo más o incluso (ya que nos estamos confesando), la envidia a los logros de quienes son mis referentes, pero al poco me veo saliendo del hermoso estado de confort de mi casi perfecta vida y dejo todo.
Hubo una vez, hace mucho tiempo en que intuí algo de esto y me deprimí con la falsa interpretación de la abulia y apatía de la conformidad, y hasta incluso en un delirio místico-moral me auto-flagelaba con la idea superyoica del perfeccionamiento permanente del hombre; pero hoy, que logré ver el todo y comprender las partes llegué al punto en que si bien no puedo ni debo dejarme influenciar por la romántica idea del amor que todo lo puede (porque la panza no se llena con amor sino con comida), tampoco me tengo que martirizar introyectando un ideal del yo que me es ajeno, sino más bien dejar que mi yo ideal siga como hasta ahora llevando las riendas, ya logramos tanto bajo su guardia que se merece el voto de confianza. 

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